Salgo de la farmacia apresurado, no pude conseguir lo que me hacia falta para mantenerlo con vida.
Lákoras: ¡Maldición! Debo hacer algo...
―¿Alo?
Lákoras: Necesito tu ayuda. Llega a mi casa lo antes posible... ¡Ha sucedido!
―¡¿Qué?! ¿Hoy?
Lákoras: ¡Ahorita mismo! Yo voy en camino.
―Vale, vale, ya voy...
Corro de nuevo hasta la calle y logro detener a un taxi con él en mis brazos, parece un ángel ahí postrado en mis brazos, sin dar ninguna señal de vida, y sin embargo tan aparentemente rebosante de la misma. Logro hacerle señas a un taxi para que se detenga, le indico mi destino y que voy algo apresurado. El taxista me mira como si fuera un ser extraño, lo cual no me importó mucho en el momento, y arrancó a una velocidad de 40 kmph.
Lákoras: ¿No puede ir un poco más rápido?
Taxista: No hijo. Hay fiscales en todas las esquinas, es un operativo de diciembre.
Lákoras: ¡Pero es una verdadera emergencia!
El taxista algo malhumorado de nuevo me mira frunciendo el ceño, pero a pesar de eso, acelera un poco y ahora nos movemos más rápido.
Él seguía igual, sin dar señales de vida, sin que se le notase respirar. Mi corazón temía lo peor.
Al fin llegamos, me bajé apresurado luego de pagarle y agradecerle al taxista y me dispuse a abrir la puerta de mi casa mientras verificaba que mi invitada aún no se había presentado. “ya vendrá, aún le puedes mantener un rato con vida” me dije a mi mismo para calmarme a pesar de que mis ojos me decían o contrario cuando le veía. Las llaves se me caen al suelo, oh malhadado destino el que me ha tocado. Aún no sé como hice para que mi movimiento no le maltratase. Estaba grave, parecía muerto, ya había perdido esa vida que conservaba cuando me monte en el taxi. Abrí las puertas de mi casa, me apresuro a entrar y corrí hacia la cocina, abrí la puerta del congelador apresurado y le solté. El Hershei's Coockies n Cream estaba a salvo para ser disfrutado luego con ella... A que los mantuve nerviosos un rato... O no?
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