mayo 11, 2009

Teoría del Desorden

Para una mujer, al ordenar algo, cada cosa se debe poner en su único y sacrosanto lugar de donde apenas se puede mover eso única y exclusivamente para ser usado, dejando un rango máximo de cinco minutos entre la hora que se uso y la hora en que se devolvió para el lugar original...

Para un hombre heterosexual (no metrosexual) común y silvestre (entiendase el 99,9 % de nosotros), para ordenar una cama, hay que desordenar la mesa o el piso del cuarto, trasladando el desorden de un lugar a otro de acurdo a las necesidades del momento, manejando todo bajo la única consigna de "si no estorba, está ordenado". Llegando así el punto en que no hay más zonas libres de desorden, momento en el cual se procede al saneamiento general de todo, y luego se continua con el ciclo del desorden...


Ya pueden decir que hoy aprendieron algo...

3 comentarios:

I.J. Ramos dijo...

Palabra del Monesvol....


RAMEN

Anónimo dijo...

Mier... soy hombre y no lo sabia jejeje ... Lukaro ;)

Lákoras dijo...

Mi hermano es gay!! xDDDDDD
Tu eres un caso especial cuñi. Sobretodo cuanto tienes esa montaña de facturas xD