Diferentes trabajos en diferentes ramas (pero todos relacionados un poco) hasta moverme al otro extremo del mundo donde hasta hace poco los taxistas siempre me preguntaban que repitiera para donde iba y corrigiéndome un pequeño detalle de pronunciación (usualmente una de sus vocales que para mí suenan iguales), porque aparentemente tener un acento hace casi imposible comunicarse acá. Como dice Fito "ha pasado mucha agua debajo de este puente", pero creo que mi esencia se ha mantenido la misma y me sigo riendo de las mismas tonterías con la misma intensidad.
En fin… Sé que casi nadie me lee, pero esta vez si escrbiré más seguido, hay muchas más anécdotas y cosas extrañas que pasan en el otro lado del mundo.
En serio...
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