marzo 24, 2008

Que Vivan los Pajuos!

Siempre lo he dicho, la vida del pajú es triste, larga y dolorosa en algunas ocasiones, pero que demonios, ¡¡QUE VIVAN LOS PAJÚ!! Todo esto viene a cuenta de una pequeña historia verdadera (que acabo de inventar) que me ocurrió a mi este jueves pasado, mal llamado Jueves “Santo” ya que lo único que yo vi fue gente tomando y gente jodiendo, un decadente “concurso de baile” en el que varias personas mostraron su trasero. Estaba en un lugar de Guárico cuyo nombre no quiero acordarme, pero sin querer lo recuerdo, Río Verde, llamado así por el color de las aguas del mismo, muy originales, ¿no? El río tengo entendido que es una continuación artificial de un río natural, o algo así, es decir. El rió viene de su naciente y esa agua es colectada en una presa, y la presa suelta el agua por otro lado, y para poder usarlo como balneario, al caer es detenida por unos muros que frenan la velocidad del agua, aunque no lo hacen y que si te descuidas terminas en un lugar del río que te recuerda un poco al mar, pero no lo es. A eso de la 1 PM, decidimos subir a ver la presa, ya que varias personas no la habían visto, y lo hicimos, en un grupo de 6 personas, caminamos toda la parte de la presa y decidimos bajar ya que nunca lo habíamos hecho. Bajamos y descansamos un rato sentados en unas rocas bajo unos árboles. Vi la orilla de la presa y me provocó lavarme los pies en la misma, ya que caminar en asfalto con chancletas delgadas, te calienta los pies. En lo que me meto, misteriosamente los pies se hunden llegando el agua a 10 cm de mi rodilla.

Lákoras: “Um… Interesante… Debo salir con cuidado. ¡Damn!, se me ensució el pantalón”

Pero, luego comprendí que hay cosas peores que se te ensucie un poco el pantalón. Saqué un pie, no hubo problemas, me apoyo en una roca fuera y al sacar el otro pie, no pude traer la chancleta conmigo.

Lákoras: D’oh!

LKL: *Acercandose* ¿qué paso, marico?

Lákoras: Se me cayó la chancleta

LKL: Lol. Deja me quito los zapatos para ayudarte a buscar.

Buscamos y nada. Aparentemente se la tragó el barro. Al final tuve que salir así, descalzo y mientras subíamos a la carretera de nuevo trataba de recordar mis clases de Tae Kwon Do en cemento que estaba al aire libre a las 6 PM donde se me formó una especie de cayo que cubría toda la planta del pie y no me molestaba. Pero al poner un pie en el asfalto me di cuenta que, literalmente se puede freír un huevo en asfalto a esa hora. Como pude, a ratos brincando en el otro pie, a ratos trotando, a reatos caminando rápido, y un rato descansando en una sombra que conseguí, pude llegar al otro lado de la calle. El grupo me espero. Luego nos tocó la bajada a través de terrenos semi-rústicos, pedazos con cemento caliente, y pedazos de tierra. Llegamos a donde estaba el grupo general y después de eso casi no noté que había perdido una chancleta, excepto cuando recogimos todo para irnos ya que no tenia que buscar agua al río para lavarme los pies y eso, pequeña ventaja. El resto del día trascurrió normal sin ningún tipo de sucesos dignos de mención. Claro, está el concurso de baile, pero no estuve ahí, así que no les puedo decir que sucedió exactamente para que dos carajos enseñaran el trasero, aunque estoy casi seguro que el alcohol ayudo mucho a que eso sucediera. El viaje de regreso fue tranquilo, excepto por el hermoso sunset que hubo y del cual no pude tomar ninguna foto decente. Pero ahí se los dejo con las fotos de la compuerta del río.


Jotos aqui

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